La Rama del Tamarindo
30:24, for two digital tracks 2013
This sound work was based in a five day visit to the Colombian Atlantic Coast with the support of the IBERMUSICAS grant and the Circular Abierto Foundation in Barranquilla, in order to participate in the Project “Sounds of the Ribera”. It was a trip designed to get to know the roots of Afro Colombian Music, as well as some of its contemporary popular music branches as the Champeta. The center of the visit was three towns where I could get involved with the true origins of the black music of this region: Palenque De San Basilio, Repelón, and Santa Lucía, where I could record different examples. There, some of the instrumentalists played us solo drum music with the different rhythms of the region.
The base of my work was the temporal extension of these drums rhythms, by the way of time granulations. The resulting sounds are a kind of vital pulsation, which for me, represents the breathing of theses dried lands, of the salve ancestors and the new black present culture, that is trying to save the little that is left with respect to their identity, their drum playing and their dances.
Over these granular pulsations, with their magnificent resonances, I added a series of sound scapes recorded on the trip, starting from my first night in an apartment in the city of Cartagena (traffic), and then in the Little streets of the historic center (a street vendor, a chariot, etc), and then in the small towns I visited, where we can hear the fisher men and their kids, where one of them tells his friend how he learned to dance. For me, these children represent a better future for this culture that still suffers and seems to be relegated from the status quo in this south American country.
The work ends with the inclusion of one of the regional chants form Santa Lucia that was choreographed for us, where they sing repeatedly the phrase, The Tamarind Branch, and endemic tree from tropical Africa that has become important in this region of Colombia.
Esta obra sonora está basada en la visita de cinco días que hice a la costa del atlántico de Colombia con el apoyo de la beca IBERMUSICAS y la Fundación Círculo Abierto, para participar en el proyecto “Sonidos de la Ribera” en Febrero de 2013. Fue un viaje para conocer las raíces de la música afro colombiana, así como algunas de sus vertientes contemporáneas como La Champeta. El centro de la vista fueron tres pueblos en donde me pude empapar de los verdaderos orígenes de la música negra de esta región: Palenque De San Basilio, Repelón, y Santa Lucía, en donde pude grabar distintos ejemplos. Allí, algunos de los instrumentistas nos hicieron del favor de tocar solos de tambor con distintos ritmos de la región.
La base de mi obra es la dilatación temporal de esos distintos ritmos de tambor, a partir de granulaciones temporales. Los sonidos resultantes nos hacen sentir una especie de pulsación vital, que para mi es la respiración de estas tierras negras agrestes, de sus antepasados esclavos y de la cultura negra presente, que intenta a toda costa salvar lo poco que les queda con respecto a su identidad, sus toques de tambor y sus bailes.
Sobre estas pulsaciones granulares que incluyen las resonancias extendidas de estas magníficas percusiones (incluida la de una marímbula), edité una serie de paisajes sonoros grabados en el viaje, comenzando por mi primera noche en un departamento de Cartagena, luego por una grabación en las pequeñas calles del centro histórico de esta bella ciudad, en donde podemos escuchar a un merolico lanzando su canto al aire, en el lago de Repelón, con los pescadores y sus hijos, que curiosamente hablaban de su música y de sus bailes, y de cómo alguno de ellos ya había aprendido a bailar, etc. Para mi, ellos representan un mejor futuro para esta cultura que todavía sufre y parece estar relegada del status quo Colombiano.
La obra termina con la inclusión de uno de los cantos regionales de Santa Lucía que coreografiaron para nosotros, en donde se canta repetitivamente la frase: la rama del tamarindo. Este es un árbol endémico del África tropical que imagino se ha vuelto importante en esta región de Colombia.
La obra, por su longitud, esta pensada para ser escuchada de manera no lineal, a modo de programa radial, instalación sonora o en concierto. Es una especie de mantra que adquiere distintas configuraciones macro rítmicas, desde una pulsación lenta y simple, hasta varias super puestas y que crean una estructura más compleja. Todas ellas interactuando de manera constante con los paisajes sonoros endémicos.