Semi No Koe
Japan, 2001
For two digital tracks.
This composition was conceived and almost entirely produced
in Tokyo Japan. I arrived to this country in the month of august 2000, on plain
summer, a station where the cicadas sing frenetically because after years of
being under the earth in the form of embryo, they finally come out only two
or three weeks in order to fly and sing with out stop before perishing.
This phenomena impressed me allot, and I decided then to write a work for flute
and two digital tracks where the timbers of the flute would emulate the birth
of the cicadas. To structure this piece I decided to use the Haiku formula,
a small Japanese poem form invented by Basho in the XVII century. These poems
are constructed by 17 syllables, in the order 5, 7, 5. On the other hand, the
haiku's written by Basho and by other early Japanese poet's talk constantly
about sounds produced by insects and other animals, and about how they break
with silence. These types of poems have a strong influence of ZEN philosophy.
I discovered a poem written by Basho about Cicadas, which I liked due to its
images, contrasting rhythm and structure. The pome says:
Shizuakasa ya
Iwa Ni Shimiiru
Semi No Koe
The stillness
Soaking into stones
Cicada's cry
"Semi no Koe" could be though of as a programmatic work, although
the decisions regarding the different formal aspects of the piece were defined
starting from the fractal proportions of the ratio 5:7:5. In this way, the work
is carefully structured in a fractal way, but it also try's to emulate through
the acoustic and electroacustic sounds of the flute and the cicadas, the abstract
complexity of nature.
This composition was commissioned by flutist Alejandro Escuer and created thanks to the support of the Japan Foundation Grant I received in 2000. It was premiered at the “Festival Internacional de Arte Sonoro” in Mexico City in June 2001.
Semi No Koe
Japon, 2001
Para dos pistas digitales.
Esta obra fue concebida y producida casi en su totalidad
en Japón. Llegué a vivir a este país en el mes de agosto
del 2000, es decir, en pleno verano, una estación en la que las cigarras
cantan frenéticamente, ya que después de haber estado 7 años
bajo tierra en forma de huevo, surgen fuera de ella unas dos o tres semanas
para volar y cantar frenéticamente antes de perecer.
Este fenómeno me impresionó mucho, y decidí entonces
hacer una obra para flauta y cinta en la que los distintos timbres de la flauta
emularan el nacimiento del canto de las cigarras. Para estructurar la obra
decidí usar la fórmula del Haiku, pequeño poema japonés
inventado por Basho en el siglo XVII. Estos poemas están construidos
por 17 sílabas, en el orden 5, 7, 5. Por otro lado, los haikus de Basho
y de otros poetas japoneses hablan constantemente de los sonidos que producen
los insectos, y de como estos rompen con el silencio. Este tipo de poemas
tienen una fuerte influencia del pensamiento ZEN. Encontré entonces
un poema de Basho acerca de las cigarras que me gustó debido a sus
imágenes, a su ritmo contrastante, y a su estructura. El poema reza
así:
Shizukasa ya
Iwa ni shimiiru
Semi no Koe
La calma
Penetrando en las rocas
El grito de la cigarra
Semi no Koe" podría pensarse como una obra programática,
pero las decisiones de la utilización de distintos aspectos formales
de la música están definidos a partir de las proporciones fractales
del radio 5:7:5. De esta manera, la obra está cuidadosamente estructurada,
pero a la vez, esta intenta emular a través del sonido acústico
y electroacústico de la flauta a la abstracta complejidad de la naturaleza.
Debo decir que Carlos Nakatani al igual que mi padre (Manuel Rocha Diaz, quien
vivió en Japón durante varios meses en 1960), se convirtió
en un punto de referencia para mi con respecto a la cultura de ese país.
Con Carlos platiqué muchas veces acerca del Budismo Zen desde el año
de 1985, cuando estudiaba yo los textos de Susuki, y comí muchas veces
sus magníficos teriyakis y tepanyakis, de manera que mi estancia en
Japón, al igual que esta composición, se los debo tanto a mi
“hermanito” Charly como a mi padre que seguro siguen dando lata
en algún lugar del cosmos.